Desde que los niños controlan sus piernas y brazos, son capaces de seguir el hilo argumental de una audición, dando respuestas adecuadas con su cuerpo: Poco a poco, su maduración motriz les permite una coordinación rítmica considerable: los pasos, gestos y las evoluciones en el espacio están determinados y establecidos de antemano: en este caso, por nuestra especialista Andrea, que con el binomio música-movimiento, no solo les ayuda a mantenerse en forma y a crear hábitos saludables, sino que les impulsa a conocer, controlar y dominar su cuerpo, dar al movimiento precisión tomando conciencia de él, disfrutando y adquiriendo autoconfianza.
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#YoMeQuedoEnCasa